TIPO DE COMIDA: Brunch
PRECIO: 20-30 €/persona
DIRECCIÓN: C/ Bárbara de Braganza, 2. Madrid
TELÉFONO: 91 319 94 57
HORARIO: Brunch de 13:30 a 17:00
Os pido perdón, pero no, no voy a reconocer que he ido a tomar un brunch. Soy un hombre. Lo impiden mis más profundas creencias. Ni tampoco que me gustó. Y mucho menos que pedí el punch para beber. Así que simplemente os informo de que en Le Cabrera todos los domingos dan un brunch muy suculento de 13:30 a 17:00 por 25€. Fin de la información.
Pero imaginemos un poco. Pongámonos en el supuesto de que cierto Señor X se acercó un día a ver en qué consistía, si de verdad era diferente de una comida y, sobre todo, si merecía la pena.
Pues bien, el Señor X se levanta un domingo. Queda con sus amigos para dar un paseo y, no se sabe bien por qué artimañas del destino, acaba sentado en el piso de abajo de la calle Bárbara de Braganza, 2 pidiendo un brunch. El piso de arriba tiene unos taburetes altos donde puedes ver cómo preparan las cosas y dejarte recomendar. En el de abajo hay mesas para sentarse más tranquilamente.
Hay que reconocer que el Señor X nunca ha probado uno, y tiene cierta mezcla de curiosidad, miedo y… hambre. Algo parecido a lo que siente cuando va al médico. Pero en ese caso, la enfermera no le ofrece un cóctel al llegar. En Le Cabrera sí. Punto para ellos.
La vida son elecciones. El brunch también. Y prácticamente de la misma importancia. Tendrás que elegir entre tres primeros, tres segundos, tres postres y las bebidas. El Señor X podría recomendarte qué pedir, pero mejor te aconseja que vayas más días y lo pruebes todo. Eso sí, sólo pudo probar dos alternativas de las tres, que son las que comenta.
Para empezar decide tu bebida: zumo de naranja o punch casero. Hombre, ya lo decía el Cuco en Torrente, el zumo de naranja recién exprimido tiene muchas vitaminas, pero estando en un sitio especializado en cócteles, casi tiene más guasa que probéis el punch. Afrutado, fresco, con un toque de canela. Rico. Si te ves fuerte, también puedes pedir como extra algún cóctel más contundente, del que te informarán muy bien.
Ahora tocan los entrantes: Brioche con foie-gras y mermelada casera de frutos rojos o ensalada de salmón ahumado con vinagreta de miel. Guíate por lo que más te apetezca ese día. Algo fresquito y ligero como la ensalada. O algo más contundente como el foie para untar en los brioche. Ninguno de los dos te defraudará.
Después llega la elección más difícil: Huevos Bénédicte con “English muffin” o tosta de Roast Beef con mostaza. Los huevos tienen (justificadamente) muchos seguidores, y no lamentarás haberte decantado por ellos. Quizá sean el plato estrella. Aunque nadie te despreciará por pedir la tosta. Pero cuidado, que tiene un toque picante por la mostaza de Dijon. ¡Que las lágrimas de picor no te pillen de sorpresa!
Para acabar, debes decidir con qué sabor te quieres quedar: el de la torre de tortitas o el del cheesecake. Si optas por el primero, más te vale que te quede un poquito de hambre, porque te pondrán una torre, para nada metafórica, con toppings de chocolate, yogur, miel y sirope de arce. Si prefieres el segundo, te llegará una tarta servida en vaso, muy coqueta y rica, pero menos contundente.
Así que se puede decir que al Señor X le convenció, aunque no acabe de tener muy claro el qué. ¿Es un desayuno? ¿Es una comida? No, es un brunch, le cuentan. Pero no se lo digáis a sus amigos.
Por cierto, no todo es brunch en Le Cabrera, el resto de días tienen una carta con cosas muy apetitosas. Y por supuesto una gran coctelería. Pero por hoy está bien, ya si eso, lo dejamos para otro post.
¡Ah! Y un pequeño truco, si no vas muy pronto, pasará el tiempo justo para que cuando termines de comer abran la barra de cócteles y puedas rematar en condiciones el domingo. ¡Olé!
De modo que haz como el Señor X y desempolva tu gabardina de espía, coge tus gafas de sol y tu sombrero más grande, porque aunque sea de incógnito, al brunch de Le Cabrera tenemosqueir.
