
TIPO DE COMIDA: Fusion-Autor.
PRECIO: 20-30 €/persona
DIRECCIÓN: Calle Álvarez de Gato 4, 28012. Madrid
TELÉFONO: 910 23 80 38
HORARIO: Abre todos los días de 12:00 a 1:30
Si don Ramón María del Valle-Inclán levantara la cabeza… seguro que se sentiría bastante confundido. Pero enseguida acudiría al barrio de las Letras, a ese callejón del Gato que vio nacer su Esperpento. Y seguramente le llamaría la atención un local que tiene una librería en la entrada. Se pararía, echaría un ojo a los libros y miraría el nombre. Su sorpresa, sin duda, sería de aúpa al ver que ese local lleva su nombre y sus características gafas y barba. Entraría movido por la curiosidad y hasta encontraría un sillón donde antaño se sentaba. Extrañado, preguntaría: -¿Y aquí qué se hace? Bienvenidos a InClan Brutal Bar.Pues mire, don Ramón, acompáñenos. Aquí se come, y se bebe, y se pasan buenos ratos. Ante todo, si hay que ponerle un adjetivo, que sea original. Al entrar vemos la barra y, tras pasar un espacio estrecho y alargado, llegamos a una zona más amplia, coronada con una estancia acristalada que hará las delicias de las jornadas entre horas. Porque sí, en InClan se come, pero también se bebe porque puedes disfrutar de sus limonadas y sangrías, amén de cócteles y otras bebidas para soltarte la lengua, todas caseras.
Nosotros probamos la limonada. La Brutal, bastante ácida y con un toque de pepino y la Inclán, más dulce y con fruta de la pasión. La variedad hace que puedas adaptarlas a tus gustos y disfrutar del zumo de limón y sus acompañantes.
Pero pasemos a la comida, que a don Ramón le gustan las letras pero empieza a tener hambre. Nosotros nos dejamos asesorar por un personal que siempre se mostró muy agradable con nosotros. Das unas pinceladas de tus gustos y ellos te acaban de guiar. Queremos probar todo lo que podamos, así que vamos a pedir varios entrantes para compartir.
Empezamos con un gazpacho de remolacha y tomate con crudité de fruta fresca. Darle una alegría al tomate para que no se sienta sólo como rey del gazpacho siempre nos ha parecido una gran idea. Y debe de tener horóscopos compatibles con la remolacha porque casan maravillosamente. Y en InClan lo ejecutan a la perfección: buena mezcla, buena proporción, sorpresa crujiente en forma de fruta… Gran sabor.Vamos a continuar con una burrata inyectada con albahaca y bombones de cherry. En este caso, lo de inyectado no es un decir, viene con jeringuilla incluida para que entre directa la albahaca en el momento en que llega a la mesa. Pero no temas si tienes miedo a las agujas, la burrata está tan suave, que entra sola. Y la combinación con el pesto, qué decir… ¡tenemos otro match!
Llega la hora de compartir el cofre del tesoro. Porque el lingote de foie con mango, yogurt y bizcocho borrachito llega, en efecto, dentro de un cofre. Ya os habíamos avisado de la originalidad, y además trae una capa dorada por encima. Pero no os metáis el lingote en el bolso que no es metal, es comestible. Podéis morder sin miedo. Y también podéis olvidaros del pan y coger una cucharada que abarque todo lo que viene en el cofre. El cambio del pan por el bizcocho dulce sin duda te sorprenderá. Eso sí, el sabor del foie está más cerca del paté que de un foie clásico, pero el conjunto resulta sorprendente.
Vamos a rematar los entrantes con un bao brutal con carne a baja temperatura y salsa picante. Y no os vamos a engañar, está realmente bueno. Y el toque picante de la salsa le da una gracia especial. Don Ramón se ha manchado un poco la barba, pero no ha dejado nada.
Turno para los principales. Llega a la mesa un tentáculo de pulpo con parmentier trufado con humo. O pulpo es lo que nos prometen porque el humo es tal que no vemos nada. Nos sentimos pasear por Londres en invierno. Pero una vez se levanta el cubre platos y se disipa el humo, ahí está el ansiado pulpo. Con un, elemental, sabor marcado a humo y su inseparable compañera la patata, eso sí, con un toque moderno.
El último principal que pedimos es el tataki de atún y sésamo. Llevamos esperando toda la tarde para hacer la gracia y es que está… brutal. Probablemente lo que más nos gustó. Atún de mucha calidad, marinado por ellos y con una salsa que encaja perfectamente dándole un toque especial. Lo dicho: brutal. Y además, espectacular, llega sobre unas piedras calientes para mantener la temperatura.
Pero no podemos irnos sin tener nuestro momento goloso, que vino de la mano de un chocolate costrao con helado de violeta. Vale, sí, nosotros reconocemos que también nos sonó raro. Incluso, don Ramón ladeó la cabeza ligeramente cuando lo pedimos. Pero una vez llega y lo pruebas la sorpresa te atrapa y ves que las cosas acaban encajando. Aunque no podrás dejar de pensar en cada cucharada: ¿pero qué…? Chocolate cremoso caliente con el helado frío en derretimiento.
Tenemos que despedirnos, don Ramón ya se ha acurrucado en su antigua silla para echarse una siestecita y nosotros ya nos tenemosqueir. Pero si te apetece comer algo por el barrio de las Letras, no lo dudes, por su originalidad, buen sabor y trato y un precio bastante contenido en sus tapas,