TIPO DE COMIDA: Hamburguesería
PRECIO: 15-25 €/persona
DIRECCIÓN: Calle de Jesús, 14, 28014 Madrid
TELÉFONO: 913 89 67 00
HORARIO: Abre todos los días
Chiquito pero matón. Así podría describirse en una frase lo que hace diferente a Skyline Diner, un restaurante inspirado en los diner neoyorkinos que ofrece “las hamburguesas Top 1 en Madrid”, según Gastroranking. Así reza en uno de los neones que adornan la fachada que da a la calle Jesús, en pleno Barrio de las Letras.
La entrada, sin embargo, se realiza por la calle Santa María. A través de los cristales, los sillones de cuero a rayas blancas y frambuesa nos llaman alegremente, pero nos detenemos un momento en la entrada a curiosear el menú.
Además de sus famosas hamburguesas, encontramos ensaladas, sándwiches y entrantes característicos de un diner, y otros que aportan a Skyline un carácter fronterizo: como sus jalapeños rellenos con cheddar, los tacos y burritos o los “tequeños” elaborados con masa de trigo frita y rellenos de queso blanco.
Sintiéndonos como en West Side Story, entramos al local, donde nos reciben con una amabilidad que, después descubriremos, es también marca de la casa. Skyline es un sitio acogedor, con 5 mesas y una preciosa barra americana en el hall de entrada, además de un salón un poco más amplio en el interior, donde también encontraremos los WC y la cocina.
Nos sentamos en uno de los bancos de cuero, justo frente a una cocina sin nada que ocultar. El concepto abierto permite ver al personal de cocina que se afana en el interior, ya que todas las hamburguesas son cocinadas al momento. En la gran pizarra que rodea a la cocina puede leerse: “Con nuestras hamburguesas rozarás el cielo”. ¡Esto promete!
Menú en mano, nos damos cuenta de que ofrece una interesante carta de cervezas artesanas, además de las opciones habituales. Nos decidimos por una Espiga, Ale rubia de sabor suave a cereales, perfecta para acompañar lo que viene.
Skyline nos sorprende con entrantes de reminiscencias latinas, propuestas que sin duda otorgan a esta hamburguesería una identidad propia. Elegimos el entrante edición limitada de la semana: tiras de aguacate empanadas y fritas servidas con salsa Fresno, agridulce y con un puntito picante. ¡Súper original y muy sabroso!
El pedido de hamburguesas tiene un sistema. Sobre una base de pan artesano (con opción sin gluten para celíacos), es posible elegir entre 4 variedades de carne: ternera española D.O. Ávila, Black Angus, pollo campero y pollo campero empanado. Después, el comensal puede elegir una de las 8 opciones de hamburguesa que ofrece la carta, o diseñar la suya propia. ¡Hay decenas de ingredientes adicionales con los que personalizarlas!
Nosotros decidimos probar una de las destacadas de la semana, opciones edición limitada con las que el restaurante va variando su oferta. La Tartiflette está basada en este típico plato francés a base de bacon, patata y nata, y además cubre la carne con un delicioso queso Reblouchon de Savoie y cebolla caramelizada. ¡La mezcla no nos defrauda en absoluto! Con la jugosa Black Angus al punto, la combinación es la bomba, muy recomendable.
La Little Italy, una de sus clásicas, no se queda atrás: rúcula, gorgonzola, nata y albahaca acompañan a la deliciosa carne, que no quedó seca a pesar de pasar el punto. La carne es definitivamente de buena calidad. A destacar una sorpresa inesperada: todas las hamburguesas vienen acompañadas de crujientes patatas de corte grueso en forma de barquita. ¡Riquísimas!
Con la barriga llena, no podemos resistirnos a los postres, dignos de un auténtico diner neoyorkino: pedimos dos opciones clásicas, una jugosísima porción de Red Velvet y la tarta de queso. Artesanas y deliciosas, aunque recomendamos reservarlas para la merienda o prescindir del entrante, ya que todas las raciones son generosas.